No se ustedes pero la noche me cae reflexivamente mal
Desde hace tiempo que no puedo dormir
Estoy evaluando la creación
de un nuevo caparazón
Ya no siento como hace meses
Estoy suspendido en el aire
Mis pulmones están apretados
Es mi corazón el que no quiere latir
Es mi alma que se queja
Es el reloj el que no me deja dormir
Ese maldito tic-tac que esta en mi cabeza
Esta obsesión por el tiempo
El dilema de su volumen
La paradoja de su esencia
Una pitada mas y se apaga
Es un cigarrito que se deja consumir
Desde su extremo se esfuma en mis manos
Y desde que lo prendí pasaron 20 años.
Otra maldita noche que mi cuerpo reposa
En ese estado de debilidad mental
En esa vulnerabilidad total
En esa inconstancia poco heroica.
En media hora me voy a dormir
Mañana despierto y leo lo q escribí
Se crea otra noche
Pasa otro día
Y me vuelvo a preguntar
Sobre el fin de mis días…
¿Es de cobarde preguntarse por su fin?
no es de cobardes, es mas, para muchos de los "intelectuales", es cuando nos preguntamos acerca de esto que nos enfrentamos a lo mas existencial de uno. y el tiempo siempre cuenta, pero.. como diria la mina del cineclub: "lo q importa no es el tiempo, un dia, dos tres, dos decadas, sino lo q hacemos con el lo q cuenta"
ResponderEliminarpero igual, me subo a tus debates filosoficos, los reclamos y ansio. con cafe de x medio, mas vale. (si supieras mis ganas de q haga 10 gradooos!)